El guía espiritual ha lanzado unas sorpresivas declaraciones en las cuales, el decimocuarto Dalai Lama, dice que podría no volver a reencarnarse y por lo tanto no existiría un sucesor que ocupara el puesto de líder espiritual del Budismo Tibetano, el más extendido del mundo, y por lo tanto acabaría con una tradición de cinco siglos.
Una de las razones es el conflicto entre Tíbet y China y la exigencia de Pekín de ser quien elija al ocupante de la dignidad más alta del Tíbet (recordemos que el Dalai Lama es un cargo religioso y político) aparte Tenzin Gyatso renunció en el año 2011 a cualquier tipo de poder terrenal quedando relegado su papel a la cuestión espiritual.
Declaró también que la ausencia de esta figura angular en la tradición Budista Tibetana no va a dañar la sólida estructura religiosa en la zona ni en la tradición de la filosofía de vida Budista.